sábado, 31 de mayo de 2008

Ay que Dios Boludo


Curita

Según una noticia publicada por el Diario Clarín en el día de hoy, el vaticano en la voz del Papa estarían en contra de que las mujeres sean curas.

http://www.clarin.com/diario/2008/05/31/elmundo/i-01683865.htm

¿Pero que razones poderosas hacen que un poder tan progresista y moderno como la iglesia católica se manifieste en contra de la ordenación de las mujeres como curas?

Varias a saber:

1) Las únicas que pueden ser sometidas a la ordenación son las vacas, siempre y cuando esta tarea la realice un “hombre de manos fuertes y curtidas. ¡hmm!”

2) La sotana ha sido diseñada específicamente para el uso de un cura hombre, ya que esta cumple la doble función de ocultar una inocente erección, y además esconder también a un adolescente haciéndose cargo de la misma.

3) Dar la misa es cosa de hombres, ninguna mujer podría sostener la copa mejor que el hombre de Dios.

4) La mujer no está preparada para oír la confesión de pecados de parte de un feligrés, en el momento que la escucha sale corriendo a la peluquería a contarlo a todas las vecinas de la cuadra.

5) Jesús tuvo 12 apóstoles que lo escucharon, y no 12 cotorras que lo interrumpían a cada rato.

A continuación un relato estremecedor de la vida de los Hombres de Dios

Se dice que los mambos que tiene Lilita Carrió vienen de su relación conflictiva con la Iglesia Católica. A ella le gustaba irse a confesar a una capilla que quedaba cerca de su casa, pero no sabe muy bien porque pero el curita siempre la hacía esperar bastante antes de hacerla pasar al confesionario, en cambio a los pibes que venían de la cancha todos llenos de sudor después de jugar a la pelota, y él los dejaba pasar enseguida.

El curita parece que ya en el seminario era bastante pija loca, y le gustaba sostener fuerte el cirio, por eso sus compañeros le decían Bergo glup.

Todo el tiempo andaba con la sotana puesta, suponían sus amigos que era porque de chico habían sido Boy Scout y de allí le había quedado ese gusto por la carpa.

El curita Bergo glup solía ir los fines de semana con su amigo, julio Grasa a ver a los niños de la novena jugar a la pelota, pero se enojaban bastante cuando las compañeritas de los nenes venían, se sentaban en las tribunas y les hacían gestos a los jugadores, tirándoles besitos las muy putas.

Bergo Glup tenía predilección por los chicos, porque según él eran los más propensos a cometer pecados y necesitaban ser vigilados, en todo momento, incluso cuando estaban en la ducha, todos juntos ¡Poniéndose jabón en la espalda!

Esos chicos necesitan de nosotros decían Bergo Glup y su compañero del seminario Julio Grasa, sobre todo los varoncitos a los que les está empezando al salir pelitos en el pecho.

Por esa razón acondicionaron el confesionario de la Iglesia para que fuera más acogedor, ésa palabra la tenían siempre en mente los curitas, cada vez que pensaban en los chicos con pelos en el pecho.

Compraron unas luces rojas para que sepan cómo se ve en el infierno, y se asusten con ello, espejos en el techo para que no se les escape ningún detalle de la confesión, una cama de dos plazas por si a los chicos les dan ganas de descansar un rato.

Elaboraron además un ranking de pecados, de modo tal que si cometían alguna chanchada con compañeritas del colegio, la pena era mayor y se incrementaba cada día más, en cambio si se portaban mal con compañeros los curitas eran compresivos siempre y cuando les contaran todos los detalles.

Por sobre todas las cosas debían ser muy gráficos para contar sus pecados, en esto eran muy rigurosos, tanto Bergo glup como Julio Grasa, porque mientras más explícitos eran los chicos contando sus travesuras, mayores eran las posibilidades de ser purificados de sus pecados.

Incluso llegaron a incursionar en las confesiones al estilo “dígalo con mímica” que hicieron furor en el ambiente de los sostenedores de los cirios, hasta que los celulares con cámaras y el maldito Youtube, acabaron con la fiesta de la ostia.


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