miércoles, 17 de septiembre de 2008

Negros de mierda




Xenofobia ¡Ni ahí!

Así como lo oyen, el gobierno español a través de su embajador nos ha acusado a los argentinos de ser xenófobos a raíz del trato que se le está dando por estas tierras al fenomenal negocio para unos pocos que es la re estatización de la Línea de bandera.


¿Nosotros xenófobos? Nada que ver, y si no pregunten a nuestros vecinos los bolitas, o los paraguas, los chilotes, los chinos, los ponjas, los grones, los brazucas. Ellos no nos van a dejar mentir.

Es más pregunten a los porteños por la gente del interior. A los provincianos que les pregunten por los porteños, vamos háganlo gallegos, antes de hablar así de nosotros.

¿Nosotros practicantes de la xenofobia? Eso es cosa de Yankis, ellos se pueden dar el lujo de ser xenófobos porque tienen a los negros raperos con esos pantalones que le cuelgan del culo. Y además tienen a los mexicanos que usan pañuelos en la frente y camisas desabotonadas, están también los cubanos locos que se rajaron para copar Miami, con gente así ¿quién no es xenófobo?


Pero nosotros para nada somos hospitalarios a más no poder, y para muestras basta un botón.

A los vecinos de Paraguay los tratamos con la mayor de las consideraciones, vamos a su tierra, seleccionamos a las chicas más lindas y las traemos a trabajar en locales nocturnos, y si hacen las cosas bien tal vez en algún momento las llamen para hacer una demostración de arte nocturno, más conocido como el baile del caño.

Pero no hacemos distinciones, con nuestras vecinas del paraguay porque a las mujeres que no son lindas no las discriminamos, las traemos también y las colocamos como empleadas domésticas y si hacen ellas también las cosas bien pueden convertirse en las novias de los maridos dueños de casa.


Los peruanos y los bolivianos no se pueden quejar. Argentinos de buen corazón van a sus países, seleccionan a los más saludables, sin distinción de sexo y los traen aquí para trabajar en el próspero negocio textil. Les damos un oficio cocedores en talleres, les damos la posibilidad de hacer horas extras trabajando hasta 18 horas diarias, y cómo negarlo también les damos hospedaje en el mismo lugar de trabajo para que no gasten en pasajes de colectivos y finalmente pensamos en su tranquilidad, para no ser víctimas de la inseguridad que reina en la gran ciudad, cerramos las puertas para evitar que salgan y se lastimen.


Pero los españoles que nos dicen sudacas, que nos venían a buscar para que hagamos los trabajos más indecente y evitárselos a ellos, ahora hablan de xenofobias, primero vinieron a vendernos espejitos de colores ahora nos venden buzones, porque a quién le cabe alguna duda que cuando Aerolíneas Argentinas que no es Argentina, pase a manos Argentinas, nos vamos a llevar flor de fiasco, porque en vez de aviones lo único que vamos a encontrar en los hangares de la empresa van a ser un par de Fiat 600 flojos de aros.

Otra vez la gran Colón se viene ¿encima te quejás?

¡Gallego sorete!



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