El fin de los tiempos
¡Se viene la fin del mundo! gritaba una vieja. Y no era para menos, el espectáculos a su alrededor era escalofriante. El Congreso del Partido Socialista realizado hace poco debió suspenderse por….incidentes, violencia, y mal comportamiento.
Si esto no es un presagio del final del mundo no se que pueda serlo. Lo primero a tener en cuenta, el dichoso congreso de los socialistas se desarrolló en el coqueto predio de Costa Salguero. Pobre el viejo Alfredo Bravo menos mal que se murió a tiempo.
¿La bronca era entre los herederos de Alfredo Palacios y los seguidores de Alicia Moro de Justo? Preguntó un periodista novato. No nene la goma es entre los Socialistas Auténticos por un lado y los socialistas auténticos por el otro. ¿Pero son lo mismo, o no? Inquirió el reportero de marras.
En lo absoluto, afirmo el vocero de Nicolás Repetto. Los primeros son los socialistas auténticos, se denominan así porque son auténticamente chupamedias del matrimonio gobernante del país. ¿Y los otros, no so auténticos también? Si, auténticos dueños del sello partidario, y protectores de la última acta labrada en el congreso próximo pasado el cual se realizó en un baño químico. Un éxito de convocatoria y ejemplo de la verdadera militancia.
¿Y porque se eligió Costa Salguero? Sencillo, gracias a nuestros contactos en la federal, ya sabíamos que los floggers y los emo se trenzaban en el Abasto, y nos pareció prudente tener cierta distancia con esos pibes carentes de identidad.
¿Y cual fue la causa de la pelea entre los Socialistas? En principio queremos desmentir esa versión que tiró Crónica la cual daba cuenta que nos peleamos para terminar con esa historia de que el pecho de un Socialista es más frío que la Patagonia. Es cierto que las típicas peleas Socialistas son bastantes aburridas porque todo es charla nunca nadie se va a las manos, es como una payada pero más aburrida. Pero eso de romper sillas y ventanas no es una actitud Socialista. Nosotros somos de la idea de protestar manteniendo respeto, no cortamos rutas, nos paramos en la banquina. No gritamos a boca de jarro, hablamos hasta el cansancio.
Un socialista que se precie de tal no cierra el puño para lastimar, apunta con el dedo índice manteniendo prudencial distancia. ¿Entonces como explica los incidentes? Ya lo dijo el Ministro Fernández, ese no el otro. La culpa la tienen los del PO que andan por la vida provocando. Incitando a la gente de bien, correcta en sus ademanes, que paga sus impuestos sin chistar, que nunca estaciona en doble fila, no le dice cosas a las chicas de buen ver en la calle, gente que pide permiso para protestar, y que nunca, pero nunca hablaría mal de sus vecinos. Lo que se dice un verdadero Socialista
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